En tiempos de la prehistoria el ser humano descubrió que el frío ayudaba a mantener la carne en perfecto estado para comer. Así, podría mantener el alimento para disfrutar de él en aquellas épocas en las que era más difícil conseguirlo.
Pero el camino hasta los avances actuales, como los que tenemos en el Matadero Frigorífico El Navazo, ha sido largo y bastante lento. Posteriormente, el hombre avanzó en esta conservación: a los alimentos se les añadía productos químicos como nitrato de sodio o nitrato de potasio al agua. De esta manera se hacía caer la temperatura. Bastantes años después, llegó la refrigeración mecánica, un compresor con refrigerante; éste fue un camino largo y lento, ya que se introdujo en el último cuarto del siglo XIX.
Pero desde este momento el mundo de la refrigeración ha evolucionado de manera enorme y fugaz. Del freón que fue sustituido por los refrigeradores HFC, menos dañinos y capaz de mantener los alimentos fríos.
Por todo ello, y fieles a la historia de la refrigeración cárnica, en el Matadero Frigorífico El Navazo, somos conscientes de la importancia del frío en la conservación de la carne porcina. La correcta refrigeración la mantenemos presente desde nuestra sala de despiece hasta la conservación y el transporte de nuestros productos.
Cuando exponemos los productos del cerdo al frío sabemos que ralentizamos el crecimiento de las bacterias, evitando así, que nuestros productos cárnicos se deterioren o sean un peligro para la salud.
Las bacterias crecen más rápidamente en el rango de temperaturas de 4ºC a 60ºC, en la conocida como Zona de Peligro. En El Matadero Frigorífico El Navazo analizamos este aspecto al milímetro. Sabemos que en este rango las bacterias pueden llegar a duplicarse en número en menos de 20 minutos. Por ello, con la baja temperatura aseguramos la conservación y la inocuidad de nuestros alimentos.
Es importante conocer que, cuando la temperatura de refrigeración de la carne porcina baja de 4ºC se reduce muchísimo el metabolismo de los microbios y por lo tanto, la multiplicación de los mismos. Aunque la carne puede mantener su frescura durante siete días, más o menos, es necesario que resida en cámaras frigoríficas controladas de manera continua, como hacemos nosotros como parte fundamental de nuestro trabajo diario.
La carne en estado crudo puede mantener sus propiedades a -18ºC hasta 15 meses. Pero desde El Matadero Frigorífico El Navazo no te aconsejamos almacenarla más allá de seis meses. Eso sí, si nuestra carne porcina está envasada al vacío podríamos mantenerla más tiempo pero congelada.
Mantener la temperatura correcta de nuestros productos es uno de los puntos claves de nuestro trabajo. Esforzarnos todos los días por conseguir la excelencia nos permite ser líderes del mercado cárnico.