Hace unos días hablábamos en el blog sobre el calor y sobre que no era un factor que repercutiese en la calidad de la carne del cerdo ibérico.
Sin embargo, un reciente estudio nos muestra datos e información muy interesante que demuestran que aunque no afecte a la calidad de la carne, sí lo hace al ritmo reproductivo de las cerdas.
Y es que, a pesar de las mejoras en cuanto a la eficiencia de la reproducción de las cerdas en los últimos tiempos, la época estival sigue afectando, sobre todo cuando hablamos de ubicaciones en las que suele haber altas temperaturas.
El estudio realizado se basa en el periodo destete-cubrición de la cerda y en qué momento de éste, el calor afecta más. Para su realización, se formaron dos grupos: uno de ganado en ambiente templado y otro estrés por calor.
En términos generales, las cerdas destetadas entre los meses de julio y septiembre registraron entre 0,10 y 1,53 días más de intervalo destete-cubrición y un porcentaje de partos entre 1,2% y 5,5% menor que aquellas que se destetaron en los meses de abril o de noviembre.
Se observó que la temperatura a partir de la cual el ciclo reproductivo del animal se ve afectado es de 17-25 grados para las primerizas. Por otra parte, una temperatura de 10 grados superior al umbral predice un aumento del intervalo destete-cubrición de 0,65 y 0,34 días.
En lo que se refiere al porcentaje de partos a partir de 20, 21, 24 y 25 grados, afecta a la reproducción de las cerdas de 0, 1, 2-5 y más de 6 ciclos respectivamente, y el efecto predicho de un aumento de 10ºC sobre el umbral se reflejaría en descensos de tasa de partos de 3,0, 4,4, 2,8 y 1,9%, respectivamente.
Por tanto, en base a los resultados que se obtuvieron, el estrés por calor afecta más a la tasa de partos que al intervalo de destete-cubrición y mucho más a cerdas jóvenes que a adultas.