En 2022 en conjunto, el índice de precios de la carne de la FAO fue el más alto de los últimos treinta años.
El índice de precios de la carne de la FAO se situó en diciembre en un promedio de 113,8 puntos, es decir, 1,4 puntos (un 1,2 %) menos que en noviembre, lo que constituye el sexto descenso mensual consecutivo, pero se mantuvo 2,8 puntos (un 2,5 %) por encima de su nivel de hace un año.
El descenso del índice en diciembre obedeció a la bajada de los precios mundiales de las carnes de bovino y aves de corral, que se vio contrarrestada en parte por la subida de los precios de las carnes de cerdo y ovino.
Los precios internacionales de la carne de bovino cayeron ante la presión ejercida por la mayor abundancia de suministros de ganado listo para el sacrificio en varios de los grandes países productores y la débil demanda mundial de suministros a medio plazo.
Por su parte, los precios de la carne de aves de corral disminuyeron al ser las disponibilidades exportables más que suficientes para satisfacer la demanda de importación de suministros al contado.
Por el contrario, los precios mundiales de la carne de cerdo aumentaron sostenidos por la elevada demanda interna antes de las Navidades, especialmente en Europa, mientras que los de la carne de ovino subieron a causa de las fluctuaciones cambiarias.
En 2022 en conjunto, el índice de precios de la carne de la FAO se situó en un promedio de 118,9 puntos, lo que supone un aumento de 11,2 puntos (un 10,4 %) respecto de 2021 y representa el promedio anual más elevado registrado desde 1990.