Al comenzar el conflicto entre Rusia y Ucrania, el director general de CESFAC afirmó que los costes de alimentación del ganado “no empezarían a subir, por lo menos, hasta dentro de un par de semanas”
Y, cumpliendo así las predicciones, piensos como el maíz y fertilizantes han pasado a costar, desde que comenzara la invasión rusa, “entre un 30% y un 50% más que antes”.
“En el maíz, uno de los suministros más importantes de Ucrania, la tonelada ha pasado de 170 a 370 euros”
España importa de media 15 millones de toneladas de cereales. De ellas “el 30 % del maíz que España importa en todo el año viene de Ucrania, y además la mayor parte de este maíz se importa en el primer semestre del año.
El sector cárnico es uno de los mayores perjudicados, de hecho en marzo, los precios de la carne de cerdo registraron el aumento mensual más pronunciado desde 1995, respaldado por la escasez de oferta de cerdos para matanza en Europa occidental y un aumento de la demanda interna a la luz de las próximas vacaciones de Semana Santa.
El índice de precios de la carne de la FAO promedió 120 puntos en marzo, 5,5 puntos más que en febrero, lo que supone un aumento del 4,8 %, alcanzando con ello un máximo histórico.
En los intentos de paliar las consecuencias, El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) publicó el pasado 14 de marzo una resolución que tiene como objetivo facilitar la entrada a España de materias primas para alimentación animal que suplan la paralización de las importaciones ucranianas por la situación bélica. Tras un análisis de riesgos sobre diez productos fitosanitarios, España concluyó que seis no presentan problemas a la luz de la legislación actual. Para los cuatro restantes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación acordó establecer un límite superior de acuerdo con el citado análisis de riegos, en aplicación de las normas sobre los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos y piensos de origen vegetal y animal.
La resolución publicada por el Ministerio se aplicará temporalmente para el maíz originario de Brasil y Argentina, y para determinados residuos de plaguicidas.
Sin embargo, Bruselas espera la evaluación de riesgos completa.
A la Comisión le preocupa que la flexibilización de los requisitos en el caso de los residuos de dos pesticidas prohibidos en el club comunitario (el clorpirifós y el diclorvos) supere los niveles que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria considera seguros para los consumidores.
España, por otra parte, apoyará la idea de Bruselas de «establecer estadísticas de ‘stocks’ de los Estados miembros de cereales, oleaginosas y arroz», en perspectiva de la autonomía alimentaria y llamará la atención sobre la necesidad de suministrar semillas a Ucrania, como ha pedido el país, un apoyo que España ya está prestando a través de empresas nacionales, dijo Planas. EFE
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